lunes, 1 de abril de 2013

Capítulo 33- La Cena/Samantha

Esto de las anotaciones pre-capítulo no acaba de convencerme.
 Espero que recordéis a Samantha. Si no, http://unfanficdiferente.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-2-la-verdad-sobre-fin-de-ano.html capítulo 2, ya hace muuuucho mucho tiempo. Aunque es difícil olvidarla, creo.
                                                                                                      Daphne

Zayn miró con asco a la chica desde las escaleras del teatro, mientras esta se acercaba. Llevaba un largo vestido de gasa, que volaba a causa del viento. La larga mata de pelo rubio le cubría los desnudos hombros. Sonreía; pero no era una sonrisa dulce, era más bien malvada, como la de alguien que sabe que lo que está a punto de decir lo cambiará todo.
 -Samantha, ¿qué haces aquí?-dijo él, con el ceño fruncido, sin abandonar esa mirada de asco.
 -¿Por qué me miras así? Eres un desagradecido.- dijo la chica, acercándose a él.- No desvelé nuestro pequeño secreto, no se lo conté a ni una sola revista, y créeme, ganas no me faltaban...
 -No me hiciste ningún favor. Perrie se enteró igual.
 -Y te dejó. Pero, por lo que veo, no tardaste en encontrar a otra zorrita con la que pasar el rato...
 El chico se tensó. Agarró a Samantha por el brazo y la miró desafiante.
 -No vuelvas a llamarla así. Ella no es como tú.
 -Oh, ¿esta es importante? Vaya, si hasta la llevas al teatro... Qué romántico.
 -Cállate. 
 -¿Por qué? ¿He dicho algo que te molestase? ¿Algo que no fuese cierto, tal vez?-la chica le miró divertida, mientras se deshacía de su mano.
 -Sólo dime que quieres, Samantha.
 -¿Lo que quiero?- ella rió.
 Zayn no lo soportó más, y subió el resto de las escaleras, hasta llegar a la puerta del teatro.
 -No será la última vez que recibas noticias... nuestras.- dijo Samantha, tocándose la barriga, esta vez seria.
 Zayn la miró confundido, sacudió la cabeza y entró en el teatro.
 Samantha se alejó, con las manos todavía en la barriga.


 Esa noche

Harry colocó los platos por tercera vez, intentando que todos quedasen a la misma distancia unos de otros, pero era imposible. La mesa estaba hecha para que entrasen tres personas como máximo, y al ser el doble, no sabía como ponerlos para que nadie tuviese que comer en el suelo.
 -¡Louis!-exclamó, pero el chico no dio señales de vida. Harry soltó un suspiro y subió las escaleras, hasta la habitación del chico. La puerta estaba cerrada, así que se pegó a ella y llamó.-¿Louis? ¿Estás visible?
 -Pasa.
 Harry abrió la puerta, preocupado. Dentro, Louis estaba sentado en la cama, de espaldas a él. La camisa blanca que le había pedido prestada a Harry media hora antes reposaba a su lado.
 -¿Qué pasa?
 -No soy capaz de colocar esto...
 Harry rodeó la cama, y ahogó una mueca al descubrir a qué se refería.
 En el pecho del chico, al lado derecho, se encontraba una especie de parche blanco de donde salía un tubo fino que llegaba hasta la cintura.
 *Flashback*
 -Hola, Louis.- dijo la doctora, saludándole con una sonrisa.
 Louis se sentó al lado de Harry, que saludó a la mujer con dos besos.
 -Un placer.
 -Bien, después de valorar tu caso con los especialistas.- comenzó la médico ordenando los papeles.- Hemos decidido que antes de pasar a operar, vamos a probar con la quimioterapia. ¿Estás de acuerdo?
 Louis asintió. Se lo veía venir.
 Niall soltó un suspiro a sus espaldas. Él también se lo esperaba.
 -Maggie, por favor.- llamó la doctora, y una chica que hasta ese momento había pasado desapercibida en la esquina de la sala, se adelantó, con las manos temblándole y mirando hacia el suelo.
 -Maggie será la encargada de administrarte la dosis cada quince días.- continuó la doctora.- Disculpadla, pero es fan vuestra, está un poco nerviosa...
 -Tranquilos.-dijo ella tartamudeando.- No pienso decir nada...
 Louis asintió, mientras Harry saludaba a la chica con una sonrisa.
 -Si me acompañan...- murmuró Maggie, y los dos se levantaron y la siguieron.

 -A ver.- susurró Harry, agachándose en frente de Louis.- No pasa nada, pero vamos a pegar esto aquí para que no se te note con la camisa...
 -Lo siento, es que siempre me hago un lío con el tubo...
 -No te preocupes. Si tiro, avisa.
 El chico asintió, miestras Harry colocaba la camisa de forma que el parche pasase desapercibido.
 -Listo.
 Louis observaba el suelo.
 -No tienes por qué ayudarme con estas cosas si no quieres. Sólo tienes que decírmelo.
 Harry le miró con el ceño fruncido.
 -¿Eres idiota? Vamos, no seas tonto. Ya está, levanta.- dijo, cogiéndole del brazo y tirando hacia arriba para que se irguiese.- Tienes que ayudarme con la mesa, es enana y no cabemos...
 -¿Has probado a abrirla por los lados?
 El chico le miró, sin entenderle.
 -¿Abrirla?
 -Claro. Los dos lados se estiran, idiota.- contestó Louis, llegando hasta el salón y señalando un lado de la mesa.- ¿No ves? Coges por aquí, y... 
 De debajo de la mesa salió una extensión del lado. Harry le imitó, y del lado contrario salió otra.
 -Vaya...
 -Magia negra, ¿no?- murmuró Louis, mirándole divertido.-¿Qué has hecho para cenar? Dime que algo comestible.
 -Pollo con verduras.- contestó Harry, encogiéndose de hombros.- No se me ocurrió otra cosa.
 -Reza por que a nuestra nueva mánager le gusten las verduras.
 -Malo será...
 En ese momento, escucharon el timbre de la puerta.
 Harry corrió a abrirla. Fuera se encontraron a un sonriente Liam, con una bandeja recubierta de plástico en la mano.
 -¡Liam! Ya hacía tiempo que no te veíamos.- dijo Harry, cogiendo la bandeja.- ¿Qué es esto?
 -Tarta de queso. Supuse que a nadie se le ocurriría pensar en el postre.- dijo él, abrazándole.- ¿Y Louis?
 -Aquí mismo.- contestó él desde el salón.- Un placer verte de nuevo, Leyuum.
 El chico sonrió.
 -¿Soy el primero? ¿Quién más viene?
 -Por ahora sí; faltan Zayn, Meg y Charlotte, nuestra nueva mánager.- conestó Harry, sentándose al lado de Liam en el sillón.- Es muy maja, quería conocerte. Hablamos con ella ayer.
 -Sí, es muy maja, ¿verdad, Harry?- dijo Louis, riendo de forma malvada.
 -Cállate.
 -¿Y has tenido noticias de Sophia?- preguntó Liam, mirándole inocentemente.
 Harry se calló de pronto, su sonrisa desapareció y su cuerpo se tensó.
 -No. Tampoco entiendo por qué debería tenerlas.
 Louis bajó la cabeza, dejando en la mesa los cubiertos. Liam carraspeó.
 -Bueno...
 La puerta volvió a sonar.
 Louis encontró a Charlotte en el vestíbulo, todo pura sonrisa, con una botella de vino en la mano.
 -Hola, Charlotte.
 -¡Hola! No llego tarde, ¿verdad?- preguntó la chica, pasando.- He traído esto, pero luego he pensado... Todos tenéis edad para beber, ¿no?
 -Aquí sí. En Estados Unidos... 
 -Uf, menos mal. ¡Liam! ¡Un placer conocerte!-exclamó ella, acercándose hasta el sillón.- Me imagino que ya te habrán hablado de mí.
 -Algo me han comentado.- murmuró el chico, presentándose con dos besos.
 -Bueno, algo es algo... Tenía cosas que discutir contigo, son urgentes... Antes de que se me olvide, si tienes un minuto; esta mañana me han llamado de un internado de las afueras, Spring Hills. Sí, un nombre un tanto hortera, lo sé. El caso es que, por alguna extraña votación que no logré comprender del todo, porque la mujer con la que hablé tenía un acento rarísimo, has salido elegido como persona más... ¿sana? del Reino Unido, en una campaña de vida sana o una cosa así. Quieren tenerte con ellos pasado mañana en Nosequé gala. ¿Te importaría...?
 Liam la miró confundido.
 -¿A mi solo?
 -Al parecer. Si dices que sí, llamaré de nuevo y concretaré los detalles y demás cosas, no te preocupes.
 -Pues... ¿por qué no?- contestó el chico, encogiéndose de hombros.- Así saldré un poco de casa.
 -¡Fantástico!-exclamó ella, sonriendo.- Bueno, pues ya paro de hablar de trabajo. La verdad es que tenía muchas ganas de conocerte; como ya les dije a los demás, estuve investigando el fandom, y te describen todo ternura...
 -Y aburrimiento. Dicen que soy aburrido...- murmuró él, con expresión de tristeza fingida.- No sé de donde sacan eso, soy el rey de las fiestas.
 -Bueno, es que es el más normal.
 -Yo también opino eso.- dijo Charlotte, asintiendo.- He visto cada cosa... Definitivamente, eres el normal. Y voy a dejar esto en la cocina, aquí sentada con el vino en la mano... Da la impresión de que soy alcohólica.
 Se levantó y caminó hasta la cocina, donde estaba Harry, que la recibió con una sonrisa.
 La chica dejó la botella, notando como los ojos de él la recorrían de arriba a abajo.
 -Esto... Creo haber dicho que soy bastante directa, ¿no es así?
 -Ahá.
 -Bien. Puede que ahora parezca muy maja, divertida y relajada, pero tengo mi trabajo como extrema prioridad y me lo tomo muy, muy en serio. Y ni se me pasaría por la cabeza tener ninguna clase de relación con un cliente que pase de la amistad, ¿entiendes? Espero que no te lo tomes como algo personal.- dijo ella, mirándole seria.
 Él asintió, con los ojos puestos en la encimera.
 -¿Quién ha hablado de una relación?
 -Era por si acaso.- contestó ella, sonriendo de nuevo.- Me alegra que estemos de acuerdo.
 Se giró y abandonó la sala.
 -No he dicho que estuviese de acuerdo.- murmuró el chico para sí mismo.


 -¡Zayn y Meg! ¡Llegáis tarde!- exclamó Louis al abrirles la puerta.- A saber lo que estabais haciendo...
 Meg rió, arrastrando a Zayn detrás suya hacia dentro del piso.
 -Vamos, Louis, traemos gominolas...
 -¿En serio?-preguntó el chico, mirando hacia la cesta que Meg le señaló.- Meg, te quiero, pero no puedo decírtelo porque Zayn me rajaría la garganta.
 -Exacto.- contestó Zayn, mirándole con una ceja arqueada.
 -Chicos, chicos, calmad vuestros ovarios; hay suficiente Meg para todos...
 -¡Hola!- Saludó Liam desde el sillón, donde charlaba con Charlotte.
 -¡Liam!- gritó Zayn, soltándose de Meg y corriendo hasta tirarse encima suya.- ¡Liam! ¡Liam!
 -¡Zayn, me vas a gastar el nombre! ¡Y sal, le estas dando una mala impresión a nuestra mánager!
 -Que va... Cosas peores he visto.
 -Louis, me siento olvidada...-murmuró Meg mirándole con incredulidad.
 -Tranquila, preciosa, siempre estará Tío Lui para darte amor.
 -¿Y Harry?-preguntó Zayn riendo, después de que Liam se lo quitase de encima.
 -Aquí.- dijo este, saliendo de la cocina con el gorro de chef y los guantes puestos.- Pero no muy visible, como puedes observar.
 -Tú estás visible de todas las maneras posibles, corazón.- murmuró Louis pasándole un brazo por el hombro, de la misma manera que se lo había pasado a Meg.
 -Tienes pensamientos extraños con Harry. No intentes ocultarlo.- dijo Zayn, negando con la cabeza.
 -Que puedo decir... Los rizos encienden una parte de mí jamás explorada.
 -Vale, ahora ya puedo decir que oficialmente estoy empezando a asustarme.- dijo Charlotte.
 Louis y Harry soltaron una carcajada. No era la primera vez.




1 comentario :

  1. Oh Dios, no me digas que la perra de Samantha está embarazada, ¡no jodas! Y amé el capítulo, perfecto como siempre. Quería agradecerte por todo lo de hoy, eres increíble, ¿lo sabes? Te adoro, gracias por hacerme ver que puedo confiar en ti. Recuerda que estaré siempre contigo, aunque estemos a kilómetros siempre te apoyaré, ¿si? Gracias infinitamente, TE AMO <3.

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