El día del entierro de Niall, las nubes cubrían el siempre perfecto cielo del que Mullingar presumía en todas sus postales. Comenzó a llover sobre las tres de la tarde, una hora antes de que diera comienzo la ceremonia. Los cuatro chicos estaban reunidos en la mesa del comedor de la casa que Niall tenía en su pueblo natal. Sus caras reflejaban la desolación que sólo se ve pocas veces en la vida, la incertidumbre por lo que podría pasar más adelante y la tristeza de haber perdido a, no sólo un amigo, sino a un hermano.
-Creo que deberíamos hablar de lo que pasó, Zayn...- comenzó Liam, dejando la taza de café que tenía entre las manos. No era que el café le entusiasmara, y menos el solo, pero en tres días no había dormido más de dos horas.
-Pues yo creo que ya hemos hablado de eso suficiente.- Cortó Zayn, dejando el periódico del día. La portada la ocupaba una foto del Mercedes Clase A que llevaban esa noche. El coche estaba completamente destrozado, inservible; sólo pudieron salvar algunas piezas.
La noticia había sido titular en la mayoría de los periódicos a escala mundial. Que, la noche del 31 de Diciembre, Niall Horan y Zayn Malik tuvieron un accidente de camino a casa. Que Niall, el conductor, había muerto en el acto. Y también, que éste triplicaba la tasa de alcohol en vena permitida. Todo había sido filtrado a la prensa.
-No me jodas, Zayn.- dijo Harry, frotándose los ojos. Unas enormes ojeras se le habían formado, debido a la falta de sueño y a todas las veces que había llorado, a veces a escondidas, a veces no.- Deja de mentir, coño. Sabes que a la prensa puedes colárselo, pero a nosotros no.
Zayn bajó la mirada hacia el periódico de nuevo, sin decir nada.
Harry suspiró.
-Así es como se supone que arreglas las cosas, ¿no?- siguió Harry, apartándo la silla de la mesa de un empujón y levantándose.- Mintiendo y ocultando. ¿Es eso, no? ¿Y te funciona? ¿Duermes por las noches?
-Harry, ya, para...- susurró Louis, en voz baja. Los días sin dormir le habían dejado afónico, y casi no tenía voz.
-¿Por qué, Louis? ¿Por qué tengo que parar? ¡Nos está ocultando algo, lo sabes tan bien como yo! ¿Por qué sólo yo tengo los cojones de decirselo a la cara?- Se acercó hasta Zayn y puso su cara a pocos centímetros de la suya.- Dinos lo que pasó realmente, o te juro que lo averiguaré yo.
-¿Y qué me vas a hacer? ¿Torturarme?- contestó Zayn, levantando la cabeza. Sus pupilas estaban dilatadas, y parecía peligroso.- No tienes ni idea de lo que pasó, Harry, ni idea. Tampoco es algo que me guste recordar.
-Déjate de gilipolleces.- le interrumpió Harry de nuevo.- Todos sabemos que Niall no había probado el alcohol desde que su padre le dio el ultimátum aquella vez.
-En eso te equivocas.- contestó Zayn, sentándose sin quitarle la mirada de encima.- ¿De verdad queréis saberlo?
-Creo que eso es evidente.- dijo Liam, recostándose en la silla de madera.
-Muy bien.- contestó Zayn.- Pues os lo contaré.
sábado, 12 de enero de 2013
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Ohhh dios mio! Pobre Niall! Me estoy imaginando que pasaría si fuera verdad...bfff:( El capítulo está genial! Que ganas de leer el siguiente!
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