Harry permaneció callado, mirando al suelo. El gorro que llevaba para ocultar el enredado y sucio casco de rizos castaños se le había bajado hasta los ojos, ocultándolos de los demás. No lloraba. Ni había estallado en gritos. Simplemente pensaba.
-Joder.- dijo Zayn, después de un rato.- Gritadme, echadme la bronca, pegadme, pero no os quedéis callados. Por favor.
Liam levantó la vista de la taza de café, con los ojos extremadamente rojos.
-No puedo creer lo que has hecho Zayn. De verdad. No me cabe en la cabeza. ¿Así mejor?
-Yo... Estaba acojonado, ¿vale? No sabía que hacer... Todo pasó muy rápido... De repente, me encontré ahí tirado, con Niall muerto... No sabía que hacer...
-¿Y lo solucionaste echándole la culpa del accidente?- saltó Louis, con voz calmada. No podría gritarle aunque quisiese.- No me creo que fueras capaz de hacer eso. Es demasiado... frívolo. Como si no lo conocieses de nada.
-Lo que a mi de verdad me sorprende.- cortó Liam, bebiendo otro trago de café. Se había quedado frío y estaba asqueroso.- Es que asumieses tan rápidamente que estaba muerto. Yo no me lo podría creer si fueseis cualquiera de vosotros.
-Simplemente... No le encontré el pulso.
-¿QUÉ?- gritó Harry, levantándose de un salto de la silla.- ¡¿EN SERIO?!"Vaya, mira por donde, no le encuentro el pulso, está muerto. Le cambiaré de sitio para que nadie sepa que ha sido culpa mía." ¿¡FUE MÁS O MENOS ASÍ O ME OLVIDO DE ALGO?!
-Harry, tranquilízate...- le dijo Louis, intentando sentarlo de nuevo en la silla, pero él se separó de un manotazo.- No sé por qué siempre tengo que ser yo el que te calma...
-No me puedo creer lo cobarde y falso que has sido.- continuó Harry, esta vez sin gritar.- No te conozco. Me das asco.
Dicho esto, se marchó de la cocina, dando un portazo al salir.
Liam y Louis se miraron. Entendían perfectamente a su amigo, y ellos compartían su opinión; pero necesitaban saber cómo Zayn podía haber llegado a hacer algo así. Al fin y al cabo, seguía siendo su amigo.
Este escondió la cabeza entre las manos.
-Zayn... no llores más. Ya está hecho.Ahora no puedes hacer nada.
-¡No he podido dormir en todo el tiempo que ha pasado!- exclamó él.- Cada vez que cierro los ojos se me aparece su cara... Dios mío, no me reconozco...
-A decir verdad, nosotros a ti tampoco.- dijo Louis. Liam le miró acusadoramente.- No Liam, sabes que tengo razón. No sabemos como has podido hacer algo así. Pero ahora ya está, Niall está muerto. Ese, y lo siento si os molesta, es el menor de tus problemas. Los remordimientos nunca desaparecen, pero aprenderás a sobrellevarlos. Sin embargo, una amiguita tuya sigue viva y coleando.
-¿Sam?.- Zayn le miró sin saber que quería decir.- ¿Qué pasa con ella?
-Está despechada, Zayn. Le diste de calabazas. Puede y, créeme, quiere contarle a todo el mundo tu pequeño desliz. Me extraña que no lo haya hecho ya.- se rascó la cabeza con las uñas, mirando a sus dos acompañantes con las cejas arqueadas.- Tienes dos opciones: O contarle a Perrie lo que hiciste, o hablar con Sam... y llegar a un trato.
Zayn se recostó en la silla, resoplando. Demasiados problemas...
-¿Vosotros que haríais en mi lugar?
Liam miró hacia los lados intentando escapar de la pregunta. Al ver que esperaban por su respuesta, se encogió de hombros.
-Pues... yo se lo diría a Perrie. Ya le has mentido lo suficiente, lo mejor sería que fueses directamente y le contases la verdad.
-Yo no estoy de acuerdo.- le interrumpió Louis.- ya lo has hecho. No tiene solución. ¿Para qué hacerle daño a ella? No se lo digas y continúa como hasta ahora. No tiene por qué enterarse.- intentaba parecer despreocupado, era lo que siempre hacía en las situaciones de estrés.
-¿Y... funciona?- preguntó Zayn. Eso era mucho más fácil que soltárselo a la cara.
Louis le miró directamente.
-No lo sé. Nunca he engañado a una novia.
Zayn se levantó. Necesitaba pensar.
-Ni se te ocurra marcharte.- le espetó Louis adivinando sus pensamientos.- Hay que salir ya. El entierro es dentro de nada.
Zayn asintió.
Los tres chicos salieron de la casa, que quedó vacía y solitaria.
La iglesia de Mullingar estaba hasta los topes de gente. Centenares de personas se acercaban hasta allí; los chicos reconocían a algunos como antiguos compañeros de The X Factor, ayudantes de rodajes de videoclips, estilistas... Todos habían ido.
Zayn miraba a los lados, intentando disimular los remordimientos. No podía evitar pensar que si las cosas hubiesen sido de otra manera, si se hubiese quedado en casa con Perrie, o si hubiese bajado la velocidad cuando debía, su amigo rubio seguiría allí.
Se acercaron hasta la familia de Niall a presentar sus respetos. La madre de este estaba apoyada en el hombro de su padre, los dos intentando aguantar las lágrimas. Se abrazaron a los chicos en cuanto los vieron, y les dieron las gracias por haber venido. Zayn consiguió escaparse antes que los demás, no aguantaba verles más de lo necesario.
Entró en la iglesia, seguido de Louis. Se acercó hasta el ataúd con pasos temblorosos; no quería hacerlo,pero sentía que era lo menos que debía hacer. Así que se asomó.
No se quedó mucho tiempo a observarlo. Se alejó tambaleándose hasta el banco más cercano, aguantando a duras penas las lágrimas.
-Venga... Ya está.- Louis estaba detrás de él.- Vamos a buscar sitio. La gente se está acercando, tranquilízate.Se sentaron en una de las primeras filas. La ceremonia no duró mucho; Zayn tampoco prestó mucha atención, sólo estaba allí dentro por compromiso. Sacaron el ataúd hasta el cementerio entre su familia; los chicos lo siguieron de entre los primeros.
El panteón familiar era realmente bonito. Estaba muy cuidado, y flores de todos los colores reposaban en las tumbas de los familiares de Niall. Las personas se colocaron en semicírculo alrededor.
Zayn observó cómo bajaban el ataúd sin perder un detalle. Debía escuchar los consejos de sus amigos. Lo que había hecho estaba realmente mal, era horrible; pero podía arreglarlo. En ese mismo momento, estaban enterrando a la única persona que podría revelar la mentira. Ahora sólo debía mantener el secreto. Los remordimientos no cesarían, pero aprendería a sobrellevarlos. Al menos eso decía Louis.
Decidió que su mejor opción era guardar el secreto. Iba a costar, pero...
Las cosas se estaban poniendo cada vez más difíciles.
Ya no era un niño.
La verdad no era una opción.
Se secó la solitaria lágrima que escapaba por su mejilla. La decisión estaba tomada.
Más atrás, en las últimas filas, una figura que ocultaba su casco de rizos castaños bajo un gorro de lana se alejó de la lápida, secándose las lágrimas mientras se lo tragaba la oscuridad.
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