miércoles, 3 de abril de 2013

Capítulo 34- Algunas explicaciones

Zayn miró el reloj, soltando un suspiro y apoyando la cabeza contra el cristal de la ventana. No quería pasar mucho tiempo en ese sitio; sentía remordimientos por haberle mentido a Meg sobre sus intenciones, pero ella no podía saber nada de lo que estaba sucediendo. Había sido error suyo, y él mismo tenía que arreglarlo.
 Esperaba de verdad que aquello sólo fuese una de las escenitas de Sam.
 Saludó con un movimiento de cabeza a la chica cuando esta se sentó delante de él, dejando las cosas encima de la mesa y mirándole con una sonrisa de satisfacción.
 -Has venido.- dijo ella.
 -No he venido por ti.- le contestó él, mirándole con desprecio.- He venido para que me expliques de qué hablabas ayer.
 -Mmm... Refréscame la memoria.
 -Sabes perfectamente de a qué me estoy refiriendo.
 La chica negó con la cabeza, sonriendo por lo bajo.
 -Antes me voy a tomar un café.
 Le hizo una seña a la camarera, que se acercó con paso lento a tomarles el pedido. Samantha la recibió con una sonrisa, como hacía con todo el mundo.
 El chico ahogó una mueca. Siempre lo hacía; dar al mundo una imagen de angelito, para luego siempre salirse con la suya. Lo malo era que funcionaba.
 Incluso con él.
 A veces.
 -Vamos, Zayn, te veo muy estresado.
 -Por favor, Samantha, no juegues más con esto. ¿Estás embarazada?
 La chica le miró, la sonrisa ya desaparecida de sus angelicales facciones.
 -Eres muy directo.
 -¿Lo estás?
 Hubo un silencio, donde ninguno de los dos cortó el contacto visual en ningún momento.
 -Sí.
 Zayn se echó hacia atrás en la silla, tapándose la cara con las manos. Se lo había estado temiendo todo ese tiempo.
 -No puede ser, esto es una pesadilla...
 -¿Estás diciendo que tu hijo es una pesadilla? No creo que vayas a ser un buen padre.
 -¡Estoy diciendo que es una pesadilla tener un hijo contigo! ¡Eres insoportable, Sam, insoportable!
 Ella le miró con cara divertida.
 -Si estás intentando hacerme daño, no funciona, corazón.- murmuró, dándole vueltas a su café.- Vamos, podemos hacer esto por las buenas o por las malas. Tú decides, Zayn. Tengo veintidós años y ningunas ganas de convertirme en madre; podemos llegar a un trato...
 Él suspiró, dando golpecitos al suelo con el pie.
 -¿Qué tipo de trato?
 -Mi silencio por el bebé.
 Zayn le miró sin comprender.
 -No sé a qué te refieres.
 -Yo no revelo a nadie cómo... pasó, y tú te quedas con nuestro pequeño retoño.
 Por poco escupe el café. No se imaginaba una situación como esa.
 -¿Me estás diciendo... que no quieres saber nada de él? ¿Que te desentiendes?
 -Así es. No quiero un bebé, nunca lo quise.
 -¿Y por qué no abortas?
 La chica se cruzó de brazos.
 -Solo concibo el aborto si no tuviésemos nada que darle a este niño, Zayn, y a ti el dinero te sobra. Me da igual qué clase de padre seas, pero lo serás. O entonces hablaré.
 Él negó con la cabeza.
 -Aunque no pusieses condiciones. No tienes intención de interesarte por él, no pienso dejar que te lo quedes.
 Samantha sonrió.
 -Entonces nos vamos entendiendo.
 Zayn bajó la cabeza, sin poder ocultar una sonrisa irónica.
 -Me había imaginado toda clase de cosas sobre ti, pero pensé que solo eras así de desalmada conmigo.
 Ella se encogió de hombros.
 -Pues te equivocaste. No te trato con favoritismos.


 El día anterior. Mullingar.

 -Dios mío. Dios mío. Me estoy volviendo loca... Mucho más loca de lo que ya estaba. Dios mio.
 -No te estás volviendo loca, Kath. Escúchame, por favor, sólo escúchame.
 -Ya has dicho eso, ¡ya lo has dicho!
 La chica se sentó encima del borde de la bañera, todavía mirando al espejo, mientras se agarraba la cabeza con las dos manos y dirigía su desorbitada mirada al suelo.
 -Dime que tienes una buena explicación.
 -A ver. Como... empezar.- Niall caminó en círculos, intentando llegar hasta el principio de la historia.
 -Sólo suéltalo. Necesito saberlo.
 Él asintió.
 - Yo estoy muerto, Kath. Lo sabes. Pero volví; no me preguntes ni como, ni por qué. Pero llevo acompañando a Louis todo este tiempo, desde la mañana de Año Nuevo, que me desperté en el sofá de su casa sin saber qué había pasado. Simplemente pasó. Y...-soltó un suspiro.-Ninguno de los demás chicos lo sabe, sólo Louis. Y él piensa que soy una alucinación de su mente, no cree que sea real. No vine antes aquí porque tenía miedo. Al principio no sabía que podía separarme de Louis por tanto tiempo, pensé que estaba ligado a él, como en las películas. Imagínate, cuando me enteré de lo que había pasado estaba convencido de que yo mismo era una alucinación de Louis, estaba muy confundido; pero no podía ser, él no te conocía y yo sí...
 No vine antes porque no sabía como te lo ibas a tomar. Si ibas a aceptar que estoy aquí, que he vuelto, o si ibas a pensar que sólo era un reflejo de tu mente. Sigo sin saber qué es lo que crees. Kath... Por favor, responde. Di algo.
 El chico le miró suplicante a través del espejo, aunque la mirada de la chica estaba perdida.
 -Te creo, Niall. Siempre es mejor que creer que estoy loca.- contestó ella, sonriendo tímidamente.- ¿Sólo te puedo ver así?.. ¿Mediante espejos?
 -No, puedo hacerme ver, y notar. Pero no quería que te diese un infarto.
 -Por favor, haz que pueda verte.
 -Gírate.
 La chica obedeció, mirando hacia la bañera con los ojos cerrados, por si no era suficiente.
 No se lo podía creer.
 Había vuelto.
 "A quien quieres engañar, Kath" pensó "Estas loca. No es real".
 Daba igual. No le importaba estar loca, si con eso conseguía que él se quedase con ella.
 Además; ¿quién era el que decía que Niall no era real?
 Ella no podía saberlo.
 -Ya está.
 Katherine se giró, descubriendo al chico justo en frente suya.
 -No puede ser cierto...
 Se acercó, y, dudando de si debería o no, pasó su dedo por su pecho. Él no dijo nada.
 En contra de lo que ella pensaba, el dedo no se hundió.
 -Llevo tanto tiempo rezando para que esto pasase...
 No aguantó más y se lanzó encima de Niall, estrujándole, mientras las lágrimas mojaban la camiseta de este.
 -¡Promete que no te irás nunca más! ¡Prométemelo!- exclamó la chica, minutos después.
 Él ahogó una mueca, aunque Katherine no pudo verlo.
 -No puedo prometerte eso, cariño. Vivo con Louis, y... No sé cuanto durará esta situación.
 Katherine asintió, su cabeza encima del hombro del chico.
 -Prométeme al menos que te quedarás conmigo esta noche.
 Niall sonrió.
 -¿Acaso lo dudabas?

1 comentario :

  1. Asdfghj. OH DIOS, P-E-R-F-E-C-C-I-Ó-N. Solo que viene la perra de Samantha a cagar TODO como SIEMPRE, ES UNA PERRA, ¡SAMANTHA, ERES PERRA! okya._. Sabes que amé el capítulo como siempre, ¿verdad? Muchas gracias por todo, te quiero. Hablamos por Twitter ;).

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