Una cosilla:
Para entender una parte de este capítulo, deberíais leeros el capítulo 11, se van a hacer referencias a cosas que aparecen allí y mi intención no es que os perdáis.
http://unfanficdiferente.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-11-una-luz-de-cabellos-oscuros.html este es el link.
De nada.
Daphne.
Zayn se giró una última vez antes de llamar a la puerta. Coche, llaves, entradas. Todo estaba en orden.
Nada podía salir mal, después de las veces que lo había ensayado.
Sonrió nervioso y tocó la puerta.
Un minuto después, Meg salió de la casa, abrochándose el abrigo.
-¡Ho...!
-¡Shh! ¡Gírate!- exclamó el chico, cogiéndola por los hombros y dándole la vuelta. La chica soltó un grito.
-¡Zayn! ¿¡Qué haces?!
-Nada, nada. Voy a tener que ponerte esto, así que no te resistas ni te asustes.- dijo él, colocándole un pañuelo en los ojos y atándoselo por detrás.
-Zayn, estoy empezando a ponerme nerviosa. Dime que pasa.
-No tienes muy claro el concepto de las sorpresas, ¿no es así? Vamos, y cuidado con las escaleras.
Daba igual lo que dijese, en el primer escalón Meg se tropezó y cayó de culo.
-¡Meg! ¿Estás bien?- dijo él, agachándose y ayudándola a levantarse.
-Solo me duele el orgullo.- murmuró ella entre risas.- Por favor, dime que no me vas a obligar a ir así por la vida mucho tiempo.
-No, espera.- Zayn abrió la puerta del coche y guió a Meg hasta el asiento del copiloto.- no te la quites, llegaremos en dos minutos.
Niall observó la puerta de la casa de Katherine con mirada interrogante. La chica se había instalado en la casa de campo de Mullingar, que siempre había fascinado al chico. Tenía unas puertas enormes de madera negra, un montón de dormitorios y estancias, y una terraza descomunal, desde donde se veía todo el pueblo.
Esperaba encontrar a la chica allí, más que nada porque el viajecito había sido largo y no quería que fuese en vano. Había conseguido esquivar a Louis con excusas baratas para nada creíbles, pero sabía que tarde o temprano exigiría una explicación. Tenía bastantes preguntas que Niall no quería responder.
Pero ese no era el momento de pensar en su amigo. Con cuidado, empujó la puerta de madera, que, como esperaba, estaba abierta.
Se deslizó con cuidado y dejó la puerta como estaba. No podía dejar signos de su presencia, por lo menos de momento.
Caminó hasta el vestíbulo y observó. A la derecha se encontraba la sala de estar de la planta baja, en frente a él una gigantesca escalera de caracol conducía a las habitaciones de la planta alta, y a la izquierda estaba la biblioteca, el gimnasio y la sala de música. Niall decidió empezar por la planta de arriba, en busca de Kath.
No tardó mucho en escuchar la música. Subiendo las escaleras, le llegó un suave murmullo, lo que indicaba que había dado en el clavo.
La chica estaba allí.
Niall ocultó un suspiro de alivio y aceleró el paso.
Sonrió al ver que la puerta de la habitación de Katherine estaba abierta. Habría sido un problema tener que abrirla él mismo, si quería pasar de pasar desapercibido.
Observó la sala. Decorada en tonos grises y ocres, la luz que entraba por el enorme ventanal inundaba toda la estancia, haciendo que los espejos brillasen. Una cama individual, colocada al lado de la pared, ocupaba la esquina de la habitación. Encima estaba Katherine, leyendo.
Niall no pudo ahogar una sonrisa. Haberla visto en casa de Louis y Harry le había emocionado, pero encontrarla allí, como siempre se la encontraba cuando el destino les sonreía, le trajo a la mente muchos recuerdos.
Entró en la habitación y se sentó en la silla del escritorio, sin dejar de observar a la chica.
¿Lo hacía?
No quería asustarla, y nunca sabía que clase de reacción esperar de ella.
Pero tampoco tenía nada más que perder.
-Katherine.- susurró.
La chica no levantó la vista, pero dejó en la cama el libro que tenía entre las manos y frunció el ceño. Apagó la música con el pie y escudriñó la puerta, donde estaba Niall.
Lo había oído.
-Katherine.- volvió a susurrar el chico, con los nervios a flor de piel.
Ella se sentó en la cama, mirando hacia los lados.
-¿Quién está ahí?
-Katherine, soy yo. Soy Niall.
Se levantó y se colocó justo al lado de la chica, que se tapaba la boca con las manos, horrorizada.
-¿Es una broma? ¡¿Quién está ahí?! ¡No tiene gracia!
-Katherine, por favor... Ven al baño. Por favor.
Ella temblaba, las lágrimas recorriendo su cara.
-¡QUIÉN ERES! ¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO?
Niall se alejó. Se temía que eso ocurriese.
-Por favor, Katherine, ven al baño un segundo... Por favor.
La chica se levantó y corrió hacia el baño, sin dejar de llorar y temblar.
-Mira al espejo.
Katherine obedeció.
Soltó un grito.
Reflejado en el espejo, justo a su lado, estaba Niall.
-Zayn, ¿falta mucho?
-No, ya casi estamos. Mira, ya está, listo. ¡No! No te quites el pañuelo.
La chica bufó, pero bajó las manos.
-Está bien.
Él salió del coche y la sacó,dirigiéndola a una pasarela de madera.
-Zayn, ¿dónde estamos?
-Que es una sorpresa. Si te lo cuento, ya no sería una sorpresa. Tendría que matarte. Cuidado, escalón. Levanta el pié.
La chica obedeció, y notó como el nuevo lugar donde estaba subida se movía bajo sus talones.
-¿Qué...?
-Ya puedes quitártelo.
Meg se liberó del pañuelo y observó, confundida. Se encontraban justo encima de un barco, pequeño pero espacioso, pues sólo estaban ellos dos.
-¿Un barco?- exclamó la chica, mirando a Zayn confundida.
-Bueno, la primera vez que nos vimos, me comentaste algo sobre...
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!- chilló ella, corriendo hacia él y abrazándolo.- ¡ESTO ES INCREÍBLE!
Zayn soltó una carcajada y le hizo una señal al conductor, que se pudo en marcha.
Diez minutos después, y tras haber dado vueltas con el barco, con Meg agarrada al brazo de Zayn continuamente, los dejaba en frente de otro coche, pero con una pequeña diferencia; la carrocería estaba pintada en forma de barco.
Meg soltó otro chillido.
-¡Eres genial, Zayn!
El chico sonrió de oreja a oreja.
-Gracias, corazón.
Se subieron al descapotable, que les dejó en frente del teatro.
.Te quiero mucho mucho muchísimo, Zayn. Muchas gracias.
-Vamos, corre. Vamos a llegar tarde.
La chica sonrió y corrió hasta la entrada, mientras él la observaba emocionado.
Antes de entrar tras ella, un mensaje al móvil le hizo pararse. Los chicos sabían que estaba con Meg, ¿quién podría ser?
Tuvo que mirar la pantalla dos veces para creérselo.
Definitivamente, las cosas sí podían salir mal.
Se giró y descubrió a una alta chica apoyada en una columna, saludando con la mano y con gesto malicioso.
Katherine llevaba chillando diez minutos, encogiéndose sobre sí misma. Niall no sabía que hacer.
-Katherine, por favor...
-¿Qué está pasando? ¿Qué está ocurriendo? ¿Quién eres?- murmuraba ella.
-Te lo explicaré, Kath. Te lo explicaré todo, pero por favor, escúchame.
La chica asintió y se irguió, mirando de nuevo al espejo.
-Soy todo oídos.
viernes, 29 de marzo de 2013
Capítulo 32- Un Musical, Un Barco y Una Visita.
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Oh Dios, MÁS INTRIGA NO PUDISTE HABER DEJADO, ¿CÓMO TE ATREVES? ¡AAAH! CADA VEZ ESCRIBES MEJOR, CADA VEZ ME GUSTA MÁS TU NOVELA ¡Y CADA VEZ ME VUELVO MÁS LOCA! ¿Se nota? JAJAJAJA, si, ¿verdad? Ah :(. Buaaano, como sea... ¡AAAAAAH, SÍGUELA HERMOSA! Te adoro, ¿lo sabes? Eres una ternura :). ¡Hablamos por Twitter, cielo! Muchísimos besos, y... ¡S-I-G-U-E-L-A! ;).
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