domingo, 10 de marzo de 2013

Capítulo 25- Reencuentros Y Presentaciones

Zayn abrió la nevera con gesto crítico. Acababa de volver del viaje a Mullingar, eran las diez de la noche y tenía hambre.
 Observó el frigorífico. Latas de cerveza, un trozo de algo que en su momento debió de ser carne, dos latas de atún en conserva caducadas y una botella de agua. Nada comestible.
 Cerró la puerta de un golpe mientras se rascaba la cabeza. El repartidor de pizzas iba a acabar por tomarse confianzas.
 Cogió el teléfono y, con un suspiro, marcó el número de la pizzería del barrio.
 -Una hawaiana, hoy me siento atrevido.- dijo. La chica que le atendía soltó una carcajada.
 -Por lo menos alguien se lo está pasando bien.
 -¿Cómo ha dicho, señor?
 -Nada, que con doble de queso. Gracias.

 -¿Estás seguro de que a Louis no le importará?-preguntó Sophia, entrando en el ascensor del edificio.- Uy, cuantos espejos, me siento observada...
 -¿Qué le va a importar? Qué chorrada.
 -¿Le has avisado de que venía?
 -Sí, esta mañana. Me ha dicho que tenía ganas de conocerte.
 -¿Les has hablado de mi?- preguntó la chica, mirándole con una sonrisa.
 -Tal vez algún comentario de pasada...
 -Me siento halagada.
  Harry le miró a través del espejo. Sonreía al suelo, pero no dejaba de mover los dedos. Estaba nerviosa.
 -Les vas a caer muy bien a todos, no te preocupes por eso.-dijo él, cogiéndole de la mano.
 La chica suspiró.
 -No soy muy buena haciendo amigos.
 -A mi me conquistaste a la primera.
 La chica rió.
 -Eso es verdad.
 Las puertas del ascensor se abrieron y los dos chicos salieron, caminaron unos cuantos pasos y timbraron en la puerta.
 Les abrió Liam, que es recibió con una sonrisa.
 -¡Hola, Harry! ¿Qué tal has dormido?
 -Bien. Te presento a Sophia; Sophia, este es Liam.
 El chico la miró con gesto de culpabilidad absoluta.
 -¡Lo siento mucho! Como ibas detrás de Harry, no te he visto... ¡Has debido de pensar que te estaba ignorando!
 -¡No, qué va! No te preocupes.
 -Perdona... ¡Un placer conocerte!- dijo el chico, acercándose hasta ella y besándola en las mejillas.- Vaya, tienes la cara fría... Pasa, pasa. Louis está en el salón.
 Sophia entró mientras Liam cerraba la puerta. Observó el recibidor de la casa; pintado de color azul claro, un montón de fotos decoraban las paredes. Fotos de la pareja en infinidad de sitios, de paisajes... Un verdadero mural.
 Entró en el salón. Aunque el recibidor, al ser tan espacioso, daba la sensación de que el piso sería enorme, engañaba; era bonito, pero no extremadamente grande. Al fondo de la sala vio a Harry y a Louis saludándose.
 -Sophia, este es Louis.- dijo él, haciéndole un gesto para que se acercase, pero el chico fue más rápido; rodeando el brazo de Harry, se levantó de un salto y se acercó hasta la chica con una sonrisa.
 -¡Hacía mucho que quería conocerte! Un placer. Harry nos ha hablado mucho de ti... ¡Siéntate, no te quedes ahí! ¿Quieres algo?
 -No, estoy bien, gracias...
 -Vaya, Eleanor se acaba de ir, una pena que no hayáis coincidido... Últimamente está muy ocupada; creo que van a hacer renovación de plantilla dentro de poco, tiene que mostrar interés... ¡Liam! ¿Qué haces?
 -Nada, nada...
 -Dios mío. Mira que le digo que estoy bien, que no necesito que venga todos los días, pero no me hace caso...-el chico se encogió de hombros.- No penséis mal, le agradezco muchísimo todo lo que está haciendo, pero lo veo innecesario. Por ahora me valgo por mi mismo.
 Sophia no sabía hacia donde mirar, y el chico se dio cuenta de que estaba incómoda.
 -¿Qué pasa? ¿Ocurre algo?
 -Eh, no... Pero no estoy segura de que quisieses que yo estuviese...
 -¿Que supieses que estoy enfermo? A ver, eres la novia de nuestro querido Harry... Eso ya te da un voto de confianza.
 Ella miró a Harry, que estaba sentado al lado de Louis, atándose el cordón de la bota.
 Louis no tardó mucho en pillarlo.
 -Mmmm... ¿Me he precipitado? Dejémoslo en que vives con él...
 El chico no se dio cuenta de nada, y Sophia sonrió a Louis con agradecimiento. Él le devolvió la sonrisa.
 -¿Y Zayn?- preguntó Liam, entrando en el salón con una caja de galletas.- No me mires así, Louis. Igual tienen hambre.
 -Yo no he tenido noticias suyas desde la última vez que vine. Pero que no sepamos de él un día tampoco es preocupante. Ni nuevo.
 -Venga, Harry, no seas cruel...
 -¿Quién está siendo cruel? Porque yo no.- El chico sonrió irónicamente.- Pero es la verdad. Aparece y desaparece cuando le da la gana.
 Sophia observó al chico, asombrada. Era completamente diferente al Harry que conocía; lo que veía era un chico mezquino y rencoroso, que decía las cosas de manera que doliese. El Harry que vivía con ella no era así.
 Y eso le preocupaba.
 -Bueno, mejor dejemos el tema.- dijo Louis, ofreciéndole una galleta a Harry, que negó con la cabeza.- Vamos... Sabes que quieres una... Venga... La deseas...
 El chico rió mientras cogía de la caja.
 -Que bien te conozco. ¿Sophia?
 -Las de chocolate están espectaculares.- murmuró Liam con la boca llena.
 -Como tocar el cielo.
 -Me fiaré de vosotros.- contestó ella, cogiendo una.
 -Así que eres griega, ¿eh? Que bien hablas inglés.- dijo Louis dejando la caja en la mesa.
 -Bueno, nos mudamos a Manchester cuando yo tenía seis años, me crié aquí. Pero mis padres decidieron volver hace poco tiempo a Grecia, así que mi hermano y yo nos quedamos, porque los dos estábamos estudiando.
 -¿Y echas de menos Grecia?
 -Bueno, al mudarme tan pequeña, no la recuerdo muy bien, pero me gustaría volver algún día.
 -Yo me acuerdo.- dijo Liam recostándose en el sillón.- Que tenía una compañera en el instituto que venía  de Colombia. Y no paraba de decir que quería volver, porque el clima aquí era asqueroso, no lo soportaba, echaba de menos a sus amigos...
 -Que pesada.
 -Yo la mataba.
 -¡Louis!
 -Perdón.
 -Y hace poco descubrí.- continuó Liam, sin hacer caso a los dos chicos.- que cuando nos graduamos, se había quedado aquí, y ahora está casada y con dos hijos.
 -Qué rapidez...
 -Bueno, yo no tengo pensado procrear tan pronto.- comentó Sophia. Harry abrió los ojos y la miró, asombrado.
 -¡Sophia!
 -Me alegra saber que tomáis precauciones.- dijo Louis riéndose.
 -Eso es sagrado.- le contestó Sophia con una sonrisa.


 -People marching to the drums, everybody's having fun to the soud of loooove, ugly is the world we're on, If I'm right then prove me wrong I'm stunned, to find a place we belooooong...- Cantaba Zayn mientras intentaba poner un poco de orden en su habitación, donde latas de refrescos se amontonaban alrededor de la cama.
 Escuchó algo, así que paró la música para ver si sólo eran imaginaciones suyas. Pero no; el timbre volvió a sonar, insistentemente.
 -La cena me llama.- murmuró, bajando las escaleras de dos en dos.
 Abrió la puerta con los billetes en la mano, pero lo que se encontró no fue el repartidor.
 -Hola.- saludó la chica.- ¿Puedo pasar?
 Zayn dudó; tenía la casa vergonzosa y él no estaba muy presentable.
 -Claro... Pasa.
 Meg sonrió, pasando por debajo de su brazo con una sonrisa.

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