-Buenos días, preciosidades.- saludó Harry al entrar en la cocina.
-¡ERES EL ÚLTIMO! ¡TARDÓN!- Gritó Louis lanzándole un trozo de pan a la cara.
Harry le miró amenazadoramente, mientas se sacaba las miguitas del pelo y se sentaba al lado de Rachel.
-Esto no quedará así.
-¡Harry, hoy vamos a ir a la Alhambra!-exclamó Liam mirándole con una sonrisa.- ¿No estás ilusionado?
-¡Ay, que chupiguachi! ¡Osea, vamos a ser superfelices!
-Eso, tú gánate enemigos.- le susurró Louis negando con la cabeza, mientras Liam le miraba con gesto calculador.
-Uy, no sabemos pillar bromas...
Rachel y Meg soltaron un silbido.
-Terminad de desayunar rápido, porque he sacado las entradas para las once y tenemos que ir en coche hasta allí.- dijo Cris, entrando en la cocina ya vestida.
-Vale, mamá.- contestó Meg, cogiendo a Zayn de la mano y llevándoselo escaleras arriba, mientras Cris resoplaba.
-Estaremos preparados, no te preocupes.
-¡LIAM Y RACHEL, NO OS LO DIGO MÁS, BAJAD YA!- chilló Cris desde el comienzo de las escaleras.- ¡LOUIS, POR QUINTA VEZ, EL POLO ROJO TE QUEDA ESTUPENDAMENTE!
Liam, Zayn, Meg y Harry se miraban con gesto asustado detrás de la chica, que estaba rosa de tanto gritar.
-Eso era lo que esperaba oír.- dijo Louis, bajando tranquilamente por las escaleras, con una sonrisa divertida.
-Eres imbécil.
-Ante todo sin faltar, señorita.
-Ya estamos aquí... Lo sentimos.
-Ya, ya, lo sentís. Todos al coche.
Los chicos obedecieron, temiendo despertar de nuevo la furia de Cris.
-Oh, dios mío, esto es increíble.- murmuró Rachel al llegar delante del recinto.
-Hijos míos.- exclamó Harry, cogiendo un palo de uno de los lados de la calle, y agarrándolo a modo de bastón. Levantó la mano y señaló a su alrededor, con gesto serio.- Antes, todo esto era monte.
-Cállate, anda. Cállate.
-¡Zayn, esto es un monumento musulmán! ¡Qué...!
-Lo sé, estoy muy orgulloso de mis antepasados. Y pensar que nos echasteis...- susurró, mirando a Cris.
-Anda, sin rencores.
-Vengaré a mis...
-¡Vamos, hombre, moved el culo!- chilló Meg.- ¡Tengo ganas de entrar!
El grupo fue moviéndose entre los numerosos turistas que se amontonaban en las entradas.
-Mirad.- dijo Cris en voz baja, mientras señalaba a los grupos de personas.- Esos de allí son gallegos. Muy majos, ellos, pero son bastante sarcásticos. Además están un poco marginadillos, tan lejos... Pero son geniales. Esos de allí son catalanes; tienen fama de tacaños, pero depende de quien te toque. La verdad es que en el resto de España se les tiene un poco de manía, pero a mi me caen muy bien. Además, me encanta su acento, aunque para acento, el gallego... Es genial. Y esos de allí son madrileños, de la capital. Aunque la mayoría de los que veis son andaluces...
-Me estoy culturizando. Noto como mis neuronas mueren poco a poco ante tamaña información...
-A mi me han gustado los gallegos.- le dijo Louis a Harry.- tienen pinta de majos.
-Ya tendrás que ligarte a alguna.
-Vale chicos, estamos en los jardines. ¿No os parecen impresionantes? Los cuidan un montón, mi tío trabajaba de jardinero aquí y siempre estaba ocupado, pero son preciosos...
-Ay que flores más bonitas.
-¡MIRA LOUIS, CUANTOS GATOS!- chilló Harry señalando a todas partes. Los gatos se escondían en cada esquina del lugar, observando a los visitantes desde sitios privilegiados.-¡ESE DE OJOS AZULES ME SIGUE. LOUIS, QUIERO UN GATO!
-Siento como el aura de mi gente recorre esta estancia.- iba susurrando Zayn, paseando entre los chicos mientras hacía gestos extraños con las manos.- Sentidla... Abrid vuestra mente...
-Estoy empezando a tener algo de miedo.- murmuró Meg, mientras iba detrás de él para apartarlo del resto de los turistas, que le sacaban fotos entre risas.
-Liam, para mi cumple quiero un arquitecto musulmán que me redecore el jardín.
-Rachel, querida, no tenemos jardín. Y ya estoy moviendo mis contactos para hacerme con el unicornio retrasado que me pediste.
-En realidad no me quieres.
-...Bueno, yo mejor dejo de hablar sola.- dijo Cris acercándose a Harry.- Igual se acercan a ti si les das algo de comer...
-Nah, con esa capacidad se nace.- les llamó Louis desde el otro lado del jardín. Los dos chicos, al llegar hasta él, le vieron rodeado de gatos de todos los colores y tamaños, que les lanzaron miradas de advertencia al oírles llegar.
Harry le gruñó, traicionado.
-Eres un perro.
-No, soy un gato.
-Zayn, te lo pido por favor, deja de hacer el idiota. Estás asustando al resto de turistas.- le llamó Meg. Siguiendo el rastro del chico, se habían colado dentro de uno de los edificios del monumento, pero había perdido la pista del chico.- Zayyyyyn...
-Estoy conectándome con mi pueblo.- escuchó una voz en la habitación contigua. Al entrar, descubrió a Zayn pegado a una de las paredes, mientras tarareaba "No Woman No Cry"
-¿Bob Marley? ¿En serio? Dios mío, que te han dado.- exclamó Meg entre carcajadas.- ¿Eres un porrero musulmán, entonces?
-Shhhhh.- contestó el chico, guiñándole un ojo.- ¿Y el resto?
-Los dejé en los jardines, me preocupabas más tú.
-Oh, que bonito.
-Anda, vete, me están llamando.- dijo ella, sacando el móvil. El chico le lanzó un beso y salió.
Meg miró el teléfono alarmada. Número privado.
-Dime.
-Hola.
Levantó la cabeza, al descubrir que la contestación no sólo venía del teléfono.
Cerró el teléfono de un golpe, mientras se giraba con una sonrisa forzada.
-Cuánto tiempo.
-Lo mismo te digo, cariño.
Las dos chicas se fundieron en un abrazo.
-Sabes que lo que vas a hacer no está bien, ¿no?
-No voy a obligarle a nada.
-Vas a ponerle en una situación comprometida.
-Sólo quiero hablar con él.
-¿Y si ya ha pasado página? No fue él quien hizo mal, Sophia.
-Pensé que estarías de mi parte, pero... Ya se verá qué es lo que ocurre.- dijo la recién llegada, saliendo hasta los jardines con paso decidido.
Meg apretó los puños, soltando un bufido.
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