Tres días después de lo acontecido in da beach madafaka.
-Buenos días, gentecilla guapa.- Saludó Cris, entrando por la puerta de la cocina con una sonrisa.
Louis y Harry levantaron la vista, sonriendo a modo de saludo. Meg sacudió la cabeza mientras intentaba encestar en la boca de Zayn con las uvas que tenía en la mano.
-¿Y Liam y Rachel?- preguntó la recién llegada, sentándose en uno de los sitios vacíos mientras cogía la jarra de té helado.
-Arriba. Tuvieron una noche... Movidita.- murmuró Louis, sonriendo de forma irónica. Cris abrió desmesuradamente los ojos y asintió, comprendiendo al instante a qué se refería.
-La terraza es lo que tiene... Es muuuuuy provocadora.
-Sí, será la terraza.
Ninguno sabía lo que había pasado esa noche entre Liam y Rachel; tampoco tenían por qué.
La noche anterior.
-¿Fanta?- preguntó Liam, ofreciéndole un vaso a Rachel, que lo aceptó con una sonrisa.
-Pensé que me ofrecerías algo más fuerte, como gin-tonic o cosas así.
-No tenía pensado, eres menor de edad.
La chica se puso seria, haciendo una mueca de disgusto.
-Siempre estás con lo mismo. Deja de recordármelo, si eres tan amable.
Liam la miró con la ceja arqueada, mientras se sentaba a su lado en la terraza de su habitación. No se había hecho de noche hacía demasiado, pero les había pillado por sorpresa y habían tenido que encender las velas a toda prisa. Aunque los dos admitían para sus adentros, que el paisaje era mucho más bonito con esa luz.
-¿Que te pasa, Rachel? Cuéntamelo, te sentirás mejor.
-¿Por qué tiene que pasarme algo?
-Porque no eres así normalmente. Vamos, sabes que puedes decirme lo que sea.
Un silencio que no llegó a ser incómodo se formó en el espacio que separaba a los dos chicos.
Ella suspiró, mirando a su vaso lleno con cara de angustia.
-Es solo que... Que no sé lo que está pasando entre nosotros, Liam. No tengo ni la más remota idea, y tampoco lo hemos hablado nunca. Quiero decir, ¿qué soy para ti? ¿Una amiga especial?
El chico se encogió de hombros, mirándole inocentemente.
-¿Que soy yo para ti, Rachel?
-Eres...- murmuró ella.- Eres simplemente perfecto. Eres todo lo que yo querría ser; amable, cariñoso, no te tomas en serio nada, todo te va bien... Todas las cualidades que yo valoro, tú las tienes. Pero es... La duda, la eterna pregunta de si tu sientes lo mismo, lo que... Lo que me ata a este sillón en vez de sentarme a tu lado. No sé si... Si me he explicado bien.
Él asintió; la noche estaba tomando un carácter serio que él no había planeado.
-Nunca se me había ocurrido, que sintieses la necesidad de oírlo. Eres genial, Rachel. Que seas tan directa y sincera, tan libre... No sé. Pero, aunque sé que no eres perfecta, y créeme, yo tampoco lo soy, a mi me encantas, tal y como eres. Aunque suene ñoño y cursi, es así...
-Dios mío, Liam, no... No sé que decir.
-Y sé que cada día recibes miles de mensajes de fans locas, un montón de odio, y si le sumamos el aliciente de que eres menor de edad... En las revistas dicen muchas burradas, pero si te lo tomas en serio y te hundes por eso les darás lo que buscan. Lo nuestro no está bien, no a los ojos de los demás, y nunca lo estará. Pero es así, no me arrepiento de nada y espero que tú tampoco.
Ella le miró, con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja.
-Gracias. Necesitaba oírlo.
-Bueno, hoy podremos por lo menos pasear por la ciudad, ¿no?- preguntó Meg.- Llevamos aquí casi una semana y no hemos hecho nada más que vaguear.
-Espero que eso no sea una indirecta hacia mí. El miércoles intenté arrastraros al centro y casi me matáis con los mandos de la Play.
-Fue un golpecito cariñoso.- contestó Harry, negando con la cabeza.- No seas exagerada.
-Me diste en la cara.
-Un simple error de cálculo. ¡Ya te pedí perdón!
-¡Esas cosas no se curan, Harry!
-Hoy podíamos, yo que se, comer fuera y dar un paseo... ¿No creéis?- preguntó Zayn, mientras saludaba a Liam y Rachel, que bajaban cogidos de la mano.
-Me parece un buen plan.- murmuró el chico, sonriendo.- Cris, ¿alguna idea?
-Pues tenéis razón, y luego puedo llevaros por la zona más... turística. Digo yo, eh.
-Culturicémonos, gente.
-Que, pillina. ¿Como van las cosas con Louis?- le susurró Meg a Cris mientras subían juntas a cambiarse.
-¿A qué te refieres?
-¿No te has dado cuenta? Te tenía por alguien más inteligente...
-¿Darme cuenta de qué? Dios, ¡que estrés! ¡Suéltalo!
-¡No ha parado de lanzarte miraditas, estúpida! Me imagino, por lo que dices, que no habéis hablado sobre esto...
Ella negó, bajando la mirada. Estaba bastante incómoda.
-¿Que pasa, Cris?
-Es que... No sé. Louis es muy majo, pero...
-¿Pero...?
- No me gusta. No en ese sentido.
-¿No? Pero... ¿y el primer día?
Cris miró a su amiga, confundida.
-¿Qué pasa?
-Cuando estábamos en la cocina, Cris. Te dije que... que se notaba que te gustaba. Y no lo negaste.
-No era él de quien yo hablaba.- la chica intentaba aguantarse la sonrisa.
-¿¡No?! ¿¡Y de quién, entonces?!
-¿Ahora quien es la estúpida, Meg? ¿QUIEN?
-Dímelo, diiiiiiiiiiiiiimelooooo...
Cris se encogió de hombros.
-Pensé que era muy evidente... De Harry.
Meg abrió la boca, pero ningún sonido salio de su garganta.
-...¿Harry? ¿En serio? ¿Y... todavía...?
-Ahá.
-Madre mía... Soy imbécil.
-Lo sé. Lo eres.
Louis cerró la puerta de su habitación, intentando controlar sus sentimientos. Sin mucho éxito.
Todavía oía a las chicas carcajearse, mientras caminaban hacia sus armarios.
-Evidentemente, Harry... Sería estúpido pensar lo contrario.
Abrió la puerta del armario, sin poder evitar pensar que, últimamente, todo le salía mal.
Y el destino no hacía más que reafirmar su teoría.
-Bueno, y esto es la Gran Vía... Mi calle preferida por excelencia. Aunque el nombre es un poco repetitivo, porque hay un huevo de grandes vías en toda España... Pero bueno, como podéis ver, es preciosa.
El grupo de amigos paseaban por el centro de la ciudad, con los cucuruchos de helado cogidos de una mano y las cámaras, de la otra. Mientras Zayn, Meg, Rachel y Liam se turnaban para fotografiarse en frente de los edificios más bonitos, Louis, Cris y Harry se sentaron en un banco, cuidando de las cosas. El destino había decidido lucirse ese día y juntar al morboso triángulo amoroso que había decidido crear.
-Bueno, ¿os está gustando la ciudad?- preguntó la chica. Miraba a Harry; si no lo hubiese hecho, se habría dado cuenta del movimiento de cejas de Louis, que daba a entender que no estaba muy a gusto.
-Pues sí, el centro es precioso, y la comida es genial...
-Claro, es todo maravilloso.- murmuró Louis.
-Me alegro, chicos.- Cris le dirigió a Louis una mirada interrogante, intentando adivinar qué le pasaba. El chico la miró y sonrió; pero era una sonrisa bastante triste.
-Bueno, ¿vamos?- dijo Liam, acercándose hasta ellos con una sonrisa, y agitando todas las fotos que había sacado con su Polaroid.
-Claro.- asintió Louis, dando un salto y alejándose junto al chico.
Mientras Cris se encogía de hombros, Harry le miraba, preocupado.
A diferencia de la chica, él si se hacía una idea de lo que le podía pasar a su amigo.
sábado, 25 de mayo de 2013
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Omgggggggggg siguelaaaaaaaa amo tu novela, el rumbo de esta es tan distinto a las otras q es siempre lo mismo, por eso AMO TU NOVELA CON MAYUSCULAAA JAJAJZ encerio, no se que haria sin ella... besosososy
ResponderEliminarpd: dentro de un rato me metere en el ordenador y te seguire en twitter, si ves alguna @clara1257 esa soy yo. Jejej byebye