martes, 2 de julio de 2013

EPÍLOGO 1

  
 Tres años después

 -Papá, Papá, tienes un mensaje en el móvil.- escuchó Liam, abriendo los ojos despacio. Eran las ocho de la mañana de un domingo, pero Jake ya estaba despierto.- Venga, Papá, levántate. No seas vago.
 Él sonrió, frotándose la cara y sentándose en la cama. Miró hacia el otro lado, donde Rachel le devolvía la mirada, con los ojos entrecerrados y una sonrisa malvada.
 -¿El mensaje te ha despertado, Jake?- susurró, levantando al niño y sentándolo a su lado.
 -No, pero lo he oído vibrar en la cocina y he ido a por él para traértelo.- Contestó a trompicones; estaba recién despertado y le costaba hilar frases. Hablaba muy bien para su edad, había empezado a hacerlo muy pronto. Y a andar; a los diez meses ya era una bola imparable que correteaba por los pasillos de su piso. Había heredado los ojos color avellana de él, pero esos rizos espesos de color canela debían de pertenecer a algún pariente lejano.
 -Bueno, pues vuelve a la cama, todavía es muy pronto.- dijo Liam, levantándose con el niño en brazos.
 -No, no, no tengo sueño...
 Él suspiró.
 -Está bien, vamos al salón a ver la tele, Mamá esta dormida.
 Jake sonrió, recorriendo a saltitos la distancia que le separaba de la sala de estar.
 -¡Espérame para bajar las escaleras!- el chico miró a Rachel de nuevo, que se había sentado en la cama con una sonrisa.-Buenos días, Mami.
 -No me llames así, que tengo veinte años.- gruñó esta, abrazándose a la almohada.- Estoy en la flor de la vida.
 -Veintiuno dentro de poco...
 -Shhhh. ¿De quién es el mensaje, a estas horas de la mañana?
 Liam se encogió de hombros, mirando su móvil. Una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro.
 -De Zayn. Voy a buscar a Jake, vete entrando en la ducha.



 El sonido de su teléfono arrancó a Harry de la pesadilla en la que estaba encerrado. Siempre la misma, cada noche a las seis de la mañana, una cara familiar le lanzaba reproches llenos de rencor a los que él no podía contestar.
 Se mordió el labio, como todas las mañanas, con un deje de arrepentimiento. Miró hacia la derecha; ¿cómo se llamaba ella esta vez...?
 No importaba.
 Nunca importaba.
 Cogió su Iphone, deseando que no fuese ningún anuncio de propaganda.
 No fue así.
 -Que oportuno.- murmuró, aunque no pudo ocultar una sonrisa.
 Se levantó de un salto, mirando hacia la cama de nuevo. ¿Cómo lo hacía esta vez?
 La chica rubia dormía boca abajo, con la cabeza hundida en la almohada y trozos de sábana cubriendo partes estratégicas de su cuerpo. Posiblemente sería una modelo, aunque el chico no estaba completamente seguro.
 Siempre le pasaba lo mismo. Por la noche, todas eran listas, guapas, perfectas. Pero por el día, con la luz de la mañana inundando los recuerdos de Sophia, todas eran repugnantes. O al menos eso pensaba Harry.
 En el fondo sabía que el repugnante era él.
 -Denise.- susurró.
 Sí, es Denise. Y si no, más rápido captará la indirecta.
 -Denise...- volvió a llamar a la chica. Esta se giró, sonriendo. Sí, se llamaba así.
 -¿Sí...?- murmuró, estirándose. Harry odiaba cuando hacían eso, cuando intentaban parecer sexys e impresionarle de nuevo.
 -Debo irme. Tienes la puerta abierta, y te he dejado dinero para el taxi en la mesilla de noche.- contestó, alejándose de la chica.- Adiós.
 -Ya nos veremos...
 Él asintió cortesmente y se marchó.


 -Louis...- murmuró Scarlett en la oreja del chico, con un cojín preparado, justo detrás de su espalda.
 -¿Mmm?
 -Loooooouiiiis...
 -¿QuAH! ¡AH! ¡SAL!-exclamó él, al recibir el primer impacto en la cara.
 -¡Y PIMIENTA! ¡MUAHAHAHAHAHAHAHAHA!
 El chico tardó unos cuantos segundos en encontrar otra almohada con la que defenderse, así que lo que empezó como una manera un tanto brusca de despertar a una persona, acabó en una batalla campal en toda regla.
 -Eres un bruto.- se quejó la chica minutos después, mirándole con rencor.
 -Empezaste tú, ahora no me eches las culpas.
 Ella le sacó la lengua, mientras caminaba hacia la cocina, donde el desayuno ya estaba listo.
 -Para que veas que soy una buena esposa.- dijo, haciéndole una mueca.- He preparado el desayuno.
 -Que yo sepa no estamos casados.
 -Es una indirecta.
 Louis soltó una carcajada, apoyándose en el borde de la encimera con la taza de café en la mano.
 -Bueno... Supongo que tendremos que ir pensando en eso.
 Scarlett le miró, con una ceja arqueada.
 -Hey, era broma. Ni de coña me pienso vestir de blanco. No combina con mis ojos.
 Louis le miró, con cara de cachorrito abandonado.
 -¿Ni siquiera por mi?
 -No.
 -Gilimema.
 -Puedes decir lo que quieras, pero no me vas a convencer. Bodas NO. Sólo acepto una en alguna isla Hawaiiana, en la playa, con damas de honor vestidas de hula hula y los chicos con coronas de flores... Nada más.
 Louis resopló.
 -¿Entonces quieres que nuestros hijos nazcan del pecado?
 Ella se acercó hasta él, poniéndole una mano en el pecho.
 -Que haga el paripé de vestirme de repollo y montemos una fiesta no quita que los dos vayamos a ir derechitos al infierno, querido. Y cómete eso.- señaló al plato que había en la mesa.- O entrará por otras partes menos agradables de tu cuerpo.
 -Todas las chicas sueñan con su boda a tu edad.- dijo él, sentándose en frente de ella.
 -Ehem, discrepo. Evidentemente, Harry fantasea con la boda de sus sueños, pero recuerda que Harry es más afeminado que yo.
 - Se lo voy a decir en cuanto lo veamos.
 -Que creo que va a ser pronto. Te llegó un mensaje al móvil esta mañana, espero que no te importe que te lo haya cotilleado...
 -Tranquila, hablo con mis amantes desde el antiguo.
 -Aha, si, te corto los huevos y luego te los comes.- dijo ella, mirándole divertida.- Lo mandó Zayn. ya están aquí.
 -Pues tendremos que ir a verlos, ¿no?
 -Voy a ducharme.
 -Espérame dentro.


 -Vale, lo tengo todo. Sí, y... Sí, está aquí. Todo dentro. Vale.
 Katherine miró la habitación, revisando cada esquina por miedo a dejarse algo importante. No, todo estaba listo.
 -Bien, pues venga.
 Hacía dos meses que no cogía el coche. Había estado muy ocupada, entre papeleo, mas escribir... No había sentido la necesidad de ir a ningún sitio, era feliz allí.
 Tres años habían pasado, pero ella seguía sintiendo que Niall estaba todavía con ella. Que la vigilaba desde las esquinas, que sonreía cada vez que algo le salía bien, y que le animaba cuando le salía mal.
 En el fondo sabía que sólo era un método para no hundirse, algo para ir pasando los años sin sentirse mal, pero por ahora funcionaba.
 Metió las bolsas en el coche y arrancó, dirigiéndose a Londres.



-Hola, Katherine.- saludó Liam, abrazando a la chica, que acababa de aparcar el coche.
 La relación de Kath con el resto de los chicos se había estrechado mucho, gracias a que Louis intentaba animarla a pasar más tiempo con ellos. Se había convertido en una de sus mejores amigas, y pronto descubrieron las razones por las que Niall la adoraba tanto, razones que se escondían tras un caparazón de miedo.
 Todos se sorprendieron mucho cuando descubrieron el talento de la chica en la composición. Había sido Harry quien había encontrado una de sus canciones, que se le había caído del bolsillo del abrigo un día que pasaron en su casa. Ella les enseñó el resto, a desgana al principio, aunque luego cogió más confianza... Eran preciosas.
 Así que decidieron contratarla como compositora jefa para su nuevo disco. Ella se lo agradeció, ya que no contaba con un trabajo fijo, y pronto las tan típicas críticas de la poca profundidad en sus canciones desaparecieron.
 Eso no había hecho otra cosa que unirlos más; tanto, que Jake ya la llamaba "tía Kath"
 -Hola, Liam. ¿Qué tal?
-Bueno, un poco estresados, Jake lleva todo el viaje en coche soltando nombres para los bebés...
 -¡Hola, pequeñajo! A ver, cuéntale a Tía Kath cómo quieres que se llamen tus primos.
 El niño recibió a la chica con una sonrisa, y los dos se fueron de la mano, camino al ascensor, mientras él le ponía al día de sus preferencias en cuanto a nombres.
 Rachel se abrazó a Liam, mirándole contenta.
 -Se la ve muy animada.
 -Pues sí. Zayn y yo estamos tratando de convencerla de que se venga a vivir a Londres, pero no hay manera.
 -No la presionéis. Con que esté así... Ya llega.
 Siguieron a Katherine y Jake hasta el ascensor; los cuatro vieron como, por la puerta contraria, Louis, Scarlett y Harry entraban, saludándolos con una sonrisa.
 -Buenos días, gente. ¡Kath! Pensé que llegarías más tarde, al vivir lejos...- dijo Harry, abrazándolos a todos.- No le hables a Scarlett, me ha llamado afeminado.
 -¡Pero eso no tiene por qué ser malo!-dijo ella.- Louis, eres un chivato.
 -Te dije que se lo diría. ¿Qué tal estáis, chicos? ¿Emocionados? Yo sí.
 -Yo espero que hayan salido guapos.
 -Bueno, Meg contrarrestará la cara de estreñido de Zayn, eso seguro.
 El grupo entero rió, dividiéndose en dos ascensores para subir a la segunda planta, la de maternidad.
 -Habitación 69, es aquí.- dijo Rachel, señalando a una puerta.
 -69... pffff.- murmuró Harry, guiñándole un ojo a Louis, que le miraba divertido.
 Jake y Kath asomaron las cabezas por la puerta. Dentro, Meg y Zayn les saludaron, cada uno con un bulto en brazos.
 -Pensamos que habíais pasado de nosotros.- susurró el chico, dejando uno de los bultos recubiertos de mantas en la cuna y acercándose a los recién llegados.- Entrad, están dormidos. ¡Hola, Jake! ¿Quieres saludar a tus primos?
 Liam y Louis se miraron, los dos pensando en el día en el que Zayn les había llamado, totalmente fuera de control, porque la ecografía había revelado que esperaban mellizos.
 Harry, Louis, Scarlett y Rachel caminaron hasta la cama para saludar a Meg, y a uno de los bebés.
 -¿Este es el niño o la niña?
 -Es la niña. Mirad, creo que ha heredado mis ojos...
 Contemplaron la pequeña carita color rosa chicle, que observaba todo con los ojos abiertos, de un tono gris oscuro, con reflejos negros.
 -Es preciosa.
 Mientras tanto, Liam, Zayn, Jake y Kath habían ido hasta la cuna, donde el niño dormía, con las dos manos entrelazadas y la cara mirando a la ventana.
 -Dios, este es muy moreno.- exclamó Liam.- Como tú, Zayn.
 -Sí, bueno, también ha sacado los rizos de su madre. Aunque como se les suele caer el primer pelo que tienen, nunca se sabe...- susurró él, mirando al niño con una sonrisa.- Pero mirad, tiene los ojos azules.
 -Ninguno de los dos tiene los...
 -Lo sé, pero la madre de Meg sí. Puede ser que los haya sacado de ella.
 -¿Y cómo se llaman?- preguntó Jake, todavía con su obsesión.
 -Pues... Meg y yo hemos estado pensando.- contestó Zayn, mirando a la chica, que asintió.- Y hemos decidido llamarlos Niall y Sophia.
 A pesar de que intentaron disimularlo, todos los ojos se posaron en Hary, que se quedó boquiabierto. Se acercó hasta Meg.
 -¿Puedo...?
 Ella asintió, pasándole a la niña con cuidado. El chico la cogió, mirándola con incredulidad.
 -Hola, pequeña Sophia. Qué poco pesas...- murmuró, sonriendo como un tonto.- Gracias.







 Un poquito de spam.
 Como me imagino que sabréis, he abierto otro blog y todo eso. Bueno, pues ya están subidos los dos primeros imaginas+ los dos primeros capítulos de la novela Larry. Y ya estoy manos a la obra con el one shot, so... Este es el link http://losbesosnoarreglanloroto.blogspot.com.es/
 Os agradecería que os pasaseis, por ahora tiene poquitas visitas. Y, si os gusta, podéis hacer como con esta y decidme que os avise por Twittah, ya sabéis, mi ser @DizzyLovesCake
 Muchas gracias a todos.
 QUE ILU, SOLO QUEDA UN EPÍLOGO


1 comentario :

  1. dios estoy llorando... ESTOY LLORANDO!!!!!!!! niall y sophia... noooo me mataste!!!! no dejo de llorar....
    por favor pon rapido el proximo epilogo.... sig... ay!! perdon estoy acostumbrada a decir "siguela, espero con ansias el proximo cap" pero me tengo que acostumbrar que ya no subiras mas... AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!! POR QUE DIOS,, POR QUE????? bueh.. te dejo...
    besososos ♥ ame a jake....

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